He tenido la dicha de vivir, a pesar de muchas carencias he podido disfrutar de lo que la vida me ofrece, amaneceres, atardeceres, noches apreciando las estrellas, días soleados, días nublados, caminar por campos después de la lluvia, brincar sobre charcos, correr en la tormenta y sentir la lluvia sobre el rostro, jugar, hablar, amar, llorar… porque en la vida se llora para desahogar el alma pero también por la llenura de satisfacción en ella, he podido abrazar a los que amo y manifestar sinceramente lo que siento por ellos, no me he abstenido por el ingenuo pensamiento de fragilidad que limita a no mostrar quien realmente eres por temor a parecer débil, he disfrutado de leer, cantar, escribir, pensar, danzar, comer todo fruto de la tierra, he disfrutado de un vaso de agua cuando he tenido sed y es un placer poco comparable, he tenido la dicha de ser perdonado y también de perdonar, de ser amado y también de amar y tantas cosas que an pasado a lo largo de la vida, pero hoy de nuevo reitero mi gratitud al autor y constructor eterno, el hermoso consejero, príncipe de paz, Dios bueno, padre eterno que me a regalado no solo esta vida pasajera sino también la vida eterna y si esta vida aun con defectos, luchas, quebrantos tiene momentos sublimes, que será aquella donde todas las cosas manifiesten su eterna perfección en donde ya no habrá llanto, tristeza y muerte, en donde cada detalle que ocurra será una oportunidad de exclamar nuestra eterna gratitud a nuestro amado Dios.